Dejar de cultivar fresas es un error; el arándano está ya tocando techo en precio
Entrevista a Francisco Sánchez, Gerente de Onubafruit.
Las cooperativas que conforman Onubafruit han adquirido 1.400 nuevas hectáreas para plantar más berries y, por primera vez, cultivos tropicales.
Por tercer año consecutivo, la superficie de fresas plantadas en la provincia de Huelva vuelve a bajar en favor del cultivo de berries como frambuesas y moras pero, principalmente, arándanos, que experimentan el mayor crecimiento (un 30% más) debido a que su cotización es mucho mayor en el mercado. No obstante, el gerente de la cooperativa onubense de segundo grado Onubafruit, Francisco Sánchez, vaticina «un cambio de tendencia en pocos años», asegurando que la fresa «va a dar satisfacciones en el futuro con precios al alza», mientras que «va a ser imposible mantener la rentabilidad del arándano» ya que «el mercado no va a poder asumir el ritmo actual de siembras».
Onubafruit es la principal productora de berries de Europa, una oferta que crecerá en los próximos tres años gracias a la entrada en producción de 1.400 nuevas hectáreas que se van a plantar por fases, y donde los berries convivirán por primera vez con cultivos nuevos para la cooperativa, entre otros, los tropicales.
—¿Qué cantidad de fruta comercializa Onubafruit? — Dentro de los frutos rojos, producimos 30 millones de kilos de fresas, 10 millones de kilos de frambuesas, 12 millones de kilos de arándanos y 500.000 kilos de moras. Aparte, contamos con 10 millones de kilos de cítricos y 8 millones de kilos de caquis.
—¿Qué previsiones tienen para la campaña de la fresa que acaba de comenzar? — Para esta campaña hay 5.800 hectáreas de fresas en la provincia de Huelva, lo que supone un 8% menos que la plantación de la campaña anterior. Llevamos ya tres años bajando en superficie porque la rentabilidad de la fresa no es muy buena últimamente y los agricultores optan por otros cultivos buscando más margen, y la rentabilidad está ahora mismo en el arándano. Pero no creo que ésta rentabilidad tenga continuidad en el futuro, pues con los niveles de producción a los que estamos llegando no vamos a poder mantener la renta del arándano, por lo que entiendo que el precio va a caer. Por contra, el mercado sí está capacitado para admitir más de 5.800 hectáreas de fresa y espero que ya en esta campaña dé un salto cuantitativo en cuestión de precios. Abandonar el cultivo de la fresa es un error, pues estoy convencido de que puede dar muchas satisfacciones en el futuro.
—¿Se avecina, entonces, un cambio de tendencia? — Yo apostaría por ello. Con el ritmo de siembras de arándanos que estamos teniendo va a llegar un momento en que el mercado se va a saturar. El arándano tarda dos años en producir, y sólo con lo que ya está plantado pero aún no ha entrado en producción, vamos a producir el 50% más de lo que ya estamos cosechando. Y eso, sin contar las nuevas plantaciones que están en planificación. También es verdad que el consumo de arándanos está creciendo, pero me temo que la producción está subiendo mucho más rápido de lo que lo hace el consumo.
—¿Cuándo vamos a notar los primeros cambios en los frutos rojos? — Espero que la fresa suba su cotización ya en esta campaña, pues en la anterior ya dio visos de ser una buena cosecha, con mucha calidad, y para la actual hay buenas perspectivas. Y respecto al precio del arándano, si no se nota un estancamiento o leve caída en esta campaña, será seguro en la siguiente.
—¿La calidad ha acompañado a las primeras fresas que han llegado al mercado? — Generalmente, las fresas de enero y febrero, como el clima es frío, tienen muy buena calidad. Los problemas vienen con el calor y las lluvias. Ahora mismo hay calidad pero es muy pronto para dilucidar si el fruto va a permanecer así durante esta campaña, que dura hasta finales de mayo o principios de junio. De momento no hay problemas de comercialización, aunque nos gustaría que la campaña hubiera arrancado con un poco más de precio.
—Si antiguamente la recolección empezaba en febrero, la innovación ha hecho que tengamos fresas muy tempranas y ya en diciembre están en el mercado. ¿Se sigue buscando la precocidad del fruto? — La I+D+i busca el producto ideal, que es aquél que es precoz pero también tiene que tener color, sabor y resistencia en los viajes, ya que España es un país exportador. De hecho, en el caso de arándanos y frambuesas, los españoles no nos comemos ni el 0,5% de toda la producción de Huelva. Muchas veces, el sabor está muy reñido con la duración de la fruta, pues sabor significa azúcar y algo muy dulce tiene poca vida comercial. Por ello, no es fácil buscar un sabor muy bueno cuando el producto no lo vendes localmente. El viaje más largo que hace una fresa inglesa es de un día. El viaje más largo que hacemos nosotros, bien a Rusia o a Berlín, son cuatro días, y hablamos de un producto que tiene de vida una semana. Por ello, dedicamos muchos esfuerzos a la I+D+i, desarrollando un programa de obtención de nuevas variedades más adaptadas a las condiciones agroclimáticas de Huelva.
—¿Qué novedades tiene la cooperativa en materia de I+D+i? — Hemos invertido un millón de euros en una nueva finca experimental de ocho hectáreas destinadas al ensayo y evaluación de nuevas variedades para dar respuesta a las demandas del mercado. Además, vamos a hacer una berryteca, para enseñar a los niños no sólo a cultivar, sino también a saborear los frutos rojos, divulgando las cualidades saludables de estas frutas. También tenemos una nueva variedad de fresa que está en la última fase de pruebas, y va a sorprender mucho, aunque creo que la vestiremos de largo no en esta, sino en la próxima campaña. Onubafruit apuesta siempre por la innovación, pues es lo único que te puede dar una ventaja competitiva.
—¿Dónde se están centrando los esfuerzos por afianzar las relaciones comerciales? —Tenemos a personal de la empresa en China. Es un mercado muy complicado por la distancia y la barrera del idioma. Hay que estar muy preparado para ir, pues el fracaso es mucho más fácil que el éxito y el fracaso cuesta mucho dinero. De hecho, los costes de enviar fresas en avión a Hong Kong alcanzan los 2,5 euros por kilo. Pero es un mercado emergente y hay que estar. No obstante, nuestro principal mercado es Europa, donde tenemos una sólida estructura de venta y distribución, con centros en Reino Unido y Alemania. Procuramos siempre un acercamiento íntimo proveedor-cliente, para establecer relaciones de continuidad. Las cooperativas de Onubafruit acaban de adquirir unas 1.400 hectáreas nuevas, lo que supondrá producir un 30% más de lo que cosechamos ahora, por lo que hay que establecer relaciones comerciales sólidas a futuro.
—¿Cuándo entrarán en producción estas nuevas hectáreas? —Se irán plantando por fases, pero esperamos que en unos tres años entren en producción. Irán destinadas a distintos cultivos, aunque los berries ocuparán una parte importante. No obstante, también vamos a apostar por nuevas producciones, como la de los tropicales. Hay que arriesgar y sembrar nuevos cultivos. Onubafruit ya está probando distintas alternativas en los campos de ensayo, pues creemos que el paisaje agrario de Huelva en los próximos seis u ocho años va a cambiar mucho.
—¿Cómo ha cerrado la cooperativa el año 2016? — Nuestra facturación ronda los 200 millones de euros, y cerramos el ejercicio con un crecimiento del 10%.
Inma Lopera
ABC - Sevilla